La llave taponadora antichispa de 300 mm es una herramienta especializada diseñada para trabajos en entornos con riesgo de explosión o presencia de materiales inflamables.
Fabricada con aleaciones no ferrosas, evita la generación de chispas durante su uso, garantizando la máxima seguridad operativa.
Su longitud de 300 mm permite aplicar el par de apriete necesario sin comprometer la ergonomía del usuario.
Es ideal para la manipulación segura de tapones, válvulas o componentes en industrias químicas, petroleras y atmosféricamente explosivas.
Diseñada para profesionales que requieren máxima fiabilidad y resistencia incluso en condiciones extremas de trabajo.