Rapidez en la operación: La capacidad de sujetar y soltar piezas en décimas de segundo reduce significativamente los tiempos de cambio, incrementando la productividad en tareas repetitivas.
Versatilidad de uso: La mordaza se suministra con bocas con escalón montadas y dos juegos de bocas blandas, permitiendo una adaptación rápida a diferentes formas y tamaños de piezas.
Mejora de la productividad: Al reducir el tiempo necesario para cambiar y sujetar piezas, se optimiza el flujo de trabajo, permitiendo realizar más tareas en menos tiempo.
Reducción de la fatiga operativa: Su diseño intuitivo y fácil de manejar reduce el esfuerzo necesario por parte del operario, minimizando la fatiga durante largas jornadas de trabajo.
La Mordaza de Taladro Rápida Serie 38 es una herramienta de sujeción diseñada específicamente para aplicaciones en taladros, roscadoras y pequeños fresados, optimizada para la producción en serie.
Con un diseño ergonómico y funcional, esta mordaza destaca por su capacidad de sujetar y soltar piezas en décimas de segundo, lo que permite un flujo de trabajo ágil y eficiente.
Fabricada con materiales de alta calidad, la Serie 38 es resistente y duradera, garantizando una vida útil prolongada incluso en entornos de trabajo intensivos.
Cada mordaza viene equipada con bocas con escalón ya montadas, así como dos juegos adicionales de bocas blandas, lo que proporciona una versatilidad extra en la sujeción de diferentes tipos de piezas y materiales.
Recomendaciones de uso:
Utilizar la mordaza únicamente con taladros, roscadoras y fresadoras adecuadas para asegurar un rendimiento óptimo.
Asegurarse de que las bocas estén correctamente instaladas antes de comenzar cualquier operación.
Ajustar la mordaza según las dimensiones de la pieza a trabajar para garantizar una sujeción segura.
Usar las bocas blandas para piezas más delicadas o que requieren un tratamiento superficial sin daños.
Evitar aplicar una fuerza excesiva que pueda dañar tanto la mordaza como la pieza de trabajo.
Recomendaciones de mantenimiento:
Limpiar regularmente las bocas y la superficie de contacto para evitar la acumulación de residuos que puedan afectar la sujeción.
Lubricar los mecanismos de sujeción periódicamente para asegurar un funcionamiento suave y prolongar la vida útil de la mordaza.
Inspeccionar visualmente las bocas y los mecanismos de sujeción antes de cada uso para detectar posibles desgastes o daños, y reemplazarlos si es necesario.